Segunda de cinco jornadas de viaje. Para leer la primera jornada, haz clic aquí.
Islandia es una isla cubierta por glaciares. Más del 10% del país está compuesto por ellos. Inmensos bloques de hielo blanco con reflejos azules, espolvoreados por arena negra. Al observarlos de cerca, uno se siente que está en otro planeta. Cuando leí sobre los glaciares antes de llegar al país, supe que si tuviera que escoger solamente una actividad en Islandia, sin pensarlo sería hacer una caminata/trekking en uno de estos bloques de hielo colosales. Mi deseo se hizo realidad el día de hoy, al visitar el glaciar Sólheimajökull.
Comenzando el día: Vik y sus arenas negras
Por la mañana, camino al glaciar Sólheimajökull, paramos en el pequeño pueblo de Vik. La atracción principal son sus playas de arena negra y formaciones rocosas. Vik es el poblado que se encuentra más al sur de la isla, y dicen que es un lugar nostálgico, en donde siempre se debe de cargar con un paraguas ya que la lluvia agarra desprevenido al viajero.

Lo más interesante de las oscuras rocas es que los islandeses explican dichas formaciones, de más de 50 metros de altura, por medio de la mitología escandinava. Los Reynisdrangur (como les llaman a las rocas) dicen que son trolls que se convirtieron en piedra al contacto con la luz del sol.



Estuvimos explorando y caminando alrededor en estas oscuras playas por alrededor de una hora, para después continuar nuestro viaje a la esperada caminata en el hielo islandés.
La gran aventura: caminar en un glaciar islandés
El glaciar Sólheimajökull queda alrededor de 45 minutos de Vik en auto. El paisaje en la carretera es entretenido: inmensas montañas verdes con ovejas regordetas y caballos de pelaje largo y sedoso pastando en todas ellas. Muy pintoresco. En el camino también uno se encuentra con algunas diminutas casas que parecen de La Comarca, como si fueran habitadas por Hobbits. Esto se debe a que están cubiertas de musgo para mantenerlas aisladas y protegidas del clima helado.
Llegamos al estacionamiento del glaciar, y ahí nos vio el equipo de guias de Arctic Adventures. Ellos nos proporcionaron el equipo adecuado para caminar en el glaciar (crampones para que nuestros zapatos se aferraran mejor al hielo, cascos, y arneses de escalada por seguridad). La compañía ofrece renta de zapatos y ropa impermeable en caso de que se requiera, pero tuvimos suerte ya que el clima estaba bastante agradable, por lo que no necesitamos ropa especial. La compañía también asigna a un guía, que nos iba mostrando el camino en el hielo al hacer el trekking.
La caminata comenzó a las dos de la tarde, y duró alrededor de tres horas. Mis partes favoritas fueron las siguientes:
- Al inicio, cuando se está en la base del glaciar. Te preguntas: ¿De verdad podré lograrlo? El corazón salta, y la emoción le gana a la mente. Ya estás ahí, debes intentarlo. No hay vuelta atrás.
- Después de algunas horas de caminata, al llegar a un punto bastante alto del glaciar, bebimos agua que corría por el hielo. A mí me pareció deliciosa, incluso dulce. Algunas personas llevaron sus botellas de agua vacías, y las llenaron de este delicioso elixir helado.
- Ir caminando en el glaciar significa también estar consciente del momento presente. En mi caso, los contrastes del blanco del hielo con el negro de la arena, el viento helado en mi rostro, los crampones enterrándose en el hielo y la majestuosidad de las montañas alrededor del glaciar me hacían sentirme viva. Una sensación que me es incluso difícil ponerla en palabras.
- Al terminar, cuando vas bajando del glaciar, con el rostro en alto y una sonrisa de oreja a oreja, te das cuenta de que lo lograste, y que sin duda alguna lo volverías a hacer.



Si visitas Islandia, vale la pena hacer un recorrido en uno de los tantos glaciares de la isla.
¿Conoces Islandia? ¿Y si no… te llama la atencion conocer esta isla? Escribe tus comentarios abajo de este post.
Sjáumst á morgun!
Andrea
Están lindas las fotos y las descripciones bastante detalladas. Parece por lo que dices que la isla es algo nostálgico o hasta triste. Cómo que no se ve mucho sol en las fotos y no es como una isla en el Caribe que es full sol con colores bien brillantes. Que sensación te daba estar allí? Te sentías feliz de la vida? Pensativa? Triste? Y cómo te parecía la gente? Está feliz? Son como los mexicanos? O más reservados? Se me hace que el clima debe impactar en su forma de ser, no?