Conocemos las desventajas que trae el maíz transgénico al campo, como es el riesgo de contaminación genética del maíz originario en México o el fomento a la aparición de nuevas“superplagas” en las milpas. Sin embargo el maíz transgénico también tiene su “lado amable”…

El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) apoya la siembra de maíz transgénico en el país, pues aseguró que de esta manera se aumentará productividad de la industria agropecuaria en México.
Contrario a este argumento Greenpeace ha dicho que es mentira que los maíces transgénicos produzcan más ya que requieren de condiciones productivas que por el momento son inconcebibles en México.
Hoy en día la actividad productiva nacional es de tres toneladas por hectárea, mientras que en Estados Unidos alcanza las 14 toneladas por hectárea, según dijo Juan Pardinas, director general del Imco. México compra maíz a Estados Unidos a falta de abasto para la población, y muchas veces este maíz es transgénico. Por lo tanto, aunque no se este plantando maíz modificado en la nación se esta consumiendo. Se ha vuelto un laberinto sin salida.
Los aumentos en los precios de granos y otros alimentos se han hecho evidentes alrededor del mundo. Ya sea por causas de mal clima como lo son las sequías, o por una mayor demanda nacional como es el caso de nuestro país, los precios suben.
Este es el caso de la tortilla, la cual en el DF se incrementa de 8 a 12 pesos el kilo y en provincia a 13 o hasta 15 pesos.
Silvia Ribeiro, investigadora del grupo ETC, asegura que como el maíz es una parte fundamental de la dieta cotidiana nacional, en el campo y en la ciudad, los impactos que trae el maíz genéticamente modificado sobre la salud de la población se multiplicarían evidentemente.
Artículo publicado en el periódico 8-80a de la Universidad Iberoamericana.
(Andrea Arzaba, Marzo 2011)
Fuentes: Greenpeace, El Universal, El Informador, Alainet.org