Cuando el agua potable no es fácil de conseguirse, la gente la aprecia mucho más. Por ejemplo, en comunidades indígenas en donde se tiene que caminar kilómetros para conseguir pocos litros. O en algunos barrios de las grandes ciudades, en donde ya se corta el recurso algunos días cada semana. Es ahí cuando el agua se convierte en un bien de supervivencia invaluable. La boca se seca. El agua se cuida. Una gota no se desperdicia. Y uno se hace consciente de ello.
Según la CEPAL, el acceso inadecuado al agua potable afecta en América Latina a cerca de 21 millones de niños menores de cinco años. Después de ver este video recuerdo cuando estuve en Kenia el verano pasado.Me quedé algunos días en las afueras de Nairobi, en una comunidad informal. Dias calurosos. Rayos de sol que queman la piel. El agua tiene que ser comprada en grandes envases de plastico, la mayoría de ellos con un aspecto sucio. Tomábamos un baño cada segundo o tercer día con un recipiente pequeño, suficiente para un baño de tres minutos, ya que es prioritario usar esta agua para beberse.
Hoy les recomiendo el video de un joven sudafricano, Ludwick Marishane, quien cuenta la historia de su proyecto: la primera loción para ducharse sin agua, DryBath.
Y como dijo el chico: “En los caminos de grava de Limpopo, ganando 50 rand por semana (6 USD), se me ocurrió una manera de que el mundo no tenga que ducharse ¿Qué te esta deteniendo a ti?”
(Andrea Arzaba, Diciembre 2012)
Andrea Arzaba 
Si cada uno de nosotros entendiera la importancia de ahorrar el agua, todo sería muy diferente. Pero lo cierto es que no debería ser un privilegio de unos pocos sino un derecho de todos.