READ ME IN ENGLISH
¿Te has dado cuenta que el césped en algunos lugares se encuentran siempre verde todo el año? En el caso de mi universidad se utilizan 130 mil metros cúbicos de agua al año exclusivamente para el uso del riego de los jardines. De los mismos, son 70 mil los que vienen de una planta de tratamiento y 40 mil los que se compran de manera adicional.
Los 70 mil litros tratados vienen de toda el agua que se utiliza en la universidad, la cual se junta y es llevada a una planta de tratamiento que se encuentra a un costado de la puerta número 5. Su finalidad es reciclar, obteniendo un líquido con características adecuadas para que pueda volver a ser óptimamente utilizado en otros sectores.
“Se tratan 5 litros por segundo”, comenta la bióloga Dulce María Ramos, quien con un gran interés logra explicarme el proceso que se lleva a cabo para obtener la limpieza del agua: “es simplemente una combinación de procesos naturales, los cuales son acelerados. En la planta de la universidad se utilizan bacterias”.
En el tratamiento del agua las bacterias son las que consumen la materia orgánica no deseada y la convierten en dióxido de carbono. Una vez que hay una carencia de materia orgánica, las bacterias mueren y son utilizadas como alimento por otras.
Desde una perspectiva nacional, aún no se tiene una capacidad adecuada para el tratamiento de las aguas residuales, especialmente en zonas rurales. Esta situación es similar en el resto del mundo. Una de las razones más importantes es el alto costo de la tecnología para construir las plantas. En el caso de la Ibero, el agua se puede reutilizar solamente para el riego de los jardines; no es potable.
“Para que una planta recicle agua y sea potable es muy caro. Imagina el grado de sofisticación al que debe llegar para limpiarla. Los filtros deben de ser muy finos, en realidad lo que resulta caro es la tecnología”, comenta la bióloga.
Hoy en día, las plantas de tratamiento de agua son necesarias para cierto tipo de construcciones en el Distrito Federal, como universidades, centros comerciales y fábricas. En las palabras del arquitecto Dario Arzaba Mosqueda: “Existe una norma internacional que marca para el tratamiento de aguas residuales. Aquí en México se estableció hace pocos años, y al ser un país en vías de desarrollo, es más flexible que en otros lugares”.
La bióloga Ramos termina la explicación comentando sobre la importancia que tienen este tipo de acciones verdes por parte de la universidad: “No todos los alumnos saben de la existencia de esta planta, y creo que el conocimiento del reuso de las aguas es algo fundamental para hacer un uso sustentable personal del líquido”.
Artículo publicado en el periódico 8-80a de la Universidad Iberoamericana.
(Andrea Arzaba, Marzo 2011)
——
Imágenes rashmanly.files.wordpress.com / radio.rpp.com
Nos falta una cultura del tratamiento de aguas…la normatividad presenta grandes lagunas….y en muchas ocaciones se pretende aplicar la de otros paises que es inoperante en el nuestro….los gastos debieran verse como una inversion….m,uchas plantas ya construidas no las operan los municipios(2,440 EN TODO EL PAIS)…entre otras cosas por trabajar con numeros rojos…
si el unico problema es; la cultura de reutilizacion de el agua y el dinero para comprar la tecnologia de limpiarla supongo que porlomenos hay que ayudar en pequeña medida en nuestra caso no desperdiciandola.
Interesante articulo 🙂