Esta noche se cierran las urnas en la primera economía del mundo. El mundo espera, para saber quién será el próximo presidente de los Estados Unidos. Los estadounidenses, algunos nerviosos, otros confiados, todos atentos. Cientos de figuras mediáticas, del espectáculo y de la política, piden a la gente que salga a votar. “Don’t boo, vote”, dice Obama. Cada voto cuenta. Los últimos meses han sido difíciles, las campañas parecieron eternas. Mensajes de odio, ignorancia, misoginia y xenofobia día con día, por la radio y por la televisión. Algunos denuncian estos mensajes, otros se hacen de oídos sordos. La gente quiere un cambio. Los jóvenes buscan oportunidades. Las mujeres buscan equidad. Los hombres buscan cordura. Vivo en una burbuja, en donde, a mi alrededor, el voto es sensato. Sin embargo, esta noche sabré si lo que para mi es sensatez, es lo contrario para la mayoría de los ciudadanos de esta nación.